Foto © Corporación Cultural SACO
Por Alejandra Villasmil*
Desde la mirada extranjera, Chile es un angosto y largo país circunscrito por los bordes del Pacífico y la Cordillera de los Andes, una ubicación geográfica privilegiada que a sus habitantes regala exuberantes y contrastantes paisajes, en los que se esconden codiciados tesoros naturales presos de políticas extractivistas. Un país poseedor, también, de una riqueza cultural, ancestral y contemporánea, todavía a ser explorada y puesta en valor.
Es en este contexto en el que se desarrolla Resonancias, programa de residencias artísticas que se extiende al norte y centro del país, organizado por el Goethe-Institut Chile y el Instituto francés de Chile, y mediante el cual cinco duplas, integradas cada una por un/a artista de Alemania y un/a de Francia, desarrollarán este año investigaciones de campo centradas en problemáticas socio-políticas, ecológicas y culturales locales.
Tras retrasos debido a la pandemia global, Resonancias se inició este mes de marzo con la llegada a territorio chileno del primer dúo de artistas seleccionado tras una convocatoria abierta lanzada en 2020, y que recibió más de 50 proyectos.
Lo/as diez artistas del proyecto Resonancias trabajarán sobre asuntos relacionados con el territorio -entendido como ecosistema natural y cultural y también como espacio de lucha social y conflictos geopolíticos-, así como con las relaciones entre arte y ciencia, medioambiente y artivismo, justicia y participación ciudadana y comunitaria.
Las duplas llevarán a cabo sus residencias de un mes en los cuatro espacios asociados a esta alianza, seleccionados acorde al perfil y líneas programáticas de cada uno: ISLA/SACO, en Antofagasta; NAVE, en Santiago; Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso (FIFV); y B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro, en Valparaíso.
Se trata de “espacios altamente capacitados, con mucha experiencia en cuanto a residencias artísticas en Chile, operando desde diversas regiones”, señala el director del Goethe-Institut Chile, Christoph Bertrams.
Los proyectos seleccionados para Resonancias son Día y Noche, de Michael Hirschbichler y Guillaume Othenin-Girard, quienes trabajarán en ISLA/SACO; Futuro – Ficción, de Cécile Bally y Emma Tricard, que desarrollarán su residencia en NAVE; Líneas de fuga, de Jimena Royo-Letelier y Jasmina Al-Qaisi, en B.A.S.E. Tsonami; Casa propia, de Marie Bovo y Piotr Zamojski, en los espacios de FIFV; y Caídas del cielo. Materia, espacio y territorio en Atacama: entrar en resonancia con el desierto, de Rafi Martin y Julika Mayer, en ISLA/SACO en alianza con NAVE.
Compartir con la diferencia para comprender nuestra propia identidad
Los proyectos artísticos de Resonancias destacan por su aproximación interdisciplinaria, en tanto vinculan las artes visuales, escénicas, sonoras, mediales y audiovisuales con otros campos del conocimiento, como la astronomía, la etnografía, la geología, la arqueología, la antropología, e incluso el turismo. El objetivo es crear comunidad entre un diverso espectro de especialistas y agentes locales.
“Resonancias busca borrar fronteras y potenciar la interdisciplinariedad, que es algo que siempre ha sido nuestro propósito, porque la práctica de la fotografía, por defecto, es muy individual”, dice Rodrigo Gómez Rovira, director del FIFV. “Este es un ejercicio que es sumamente necesario y contemporáneo, un desafío que no es solamente artístico, sino que se enmarca en una dinámica sistémica, articulada por movimientos migratorios, importantes cambios sociales y reflexión de la propia identidad.”
Tras la revuelta social del 18 de octubre de 2019, los organizadores puntualizaron la necesidad de que las residencias reflexionaran en torno a las problemáticas sociopolíticas de diferentes regiones de Chile, estableciendo para ello relaciones empáticas y situadas a través de un trabajo de campo inmersivo con diversas comunidades, ya sean artísticas, científicas, académicas o sociales.
“Resonancias justamente inicia como un programa para dar visibilidad y entendimiento global, desde la práctica artística, a los fenómenos sociales y políticos que inician con la revuelta social de octubre en Chile. La intención era que estas duplas de artistas ‘resonaran’ con sus trabajos e investigaciones con las problemáticas actuales en el país. Durante la convocatoria surgió la pandemia, lo que nos llevó a integrar también el nuevo contexto mundial”, explica María José Cifuentes, directora de NAVE.
Como anfitriones, los espacios asociados brindarán a los/as residentes alojamiento y un lugar de trabajo para el desarrollo de su investigación, además de liderar su conexión con la escena artística y las comunidades locales y apoyar en la producción de actividades relativas a la residencia.
“Uno de los aspectos más importantes de estas residencias es la colaboración que, más allá del Goethe-Institut Chile y el Instituto francés de Chile, se da con los espacios asociados. Ellos son los que introducen a Chile a estas duplas, no solo desde el punto de vista cultural, sino sociológico. Por eso, para nosotros, los socios son casi lo más importante”, dice Christoph Bertrams.
El Goethe-Institut Chile ya tiene un terreno abonado en cuanto a residencias artísticas en Chile. En el 2020, realizo siete dentro del Programa de Investigación Artística Magallanes, con sede en Punta Arenas -al sur del país-, coordinadas por el Área de Extensión de la Universidad de Magallanes.
Por otra parte, el Instituto francés de Chile y el Goethe-Institut Chile cuentan desde 2013 con un amplio historial de convenios culturales bilaterales, cuatro de ellos beneficiados por el Fondo cultural Franco-Alemán para concretar el programa Migr’Artes (2017-2018) y, ahora, Resonancias.
La cooperación entre ambos países también se ha materializado a través de otros proyectos, como el Festival de Jazz ChilEuropa, el Encuentro de Dramaturgia Europea Contemporánea (EDEC), o el Festival de Cine Europeo.
Resonancias da continuidad a esta sinergia entre Alemania y Francia -aún en medio de la crisis sanitaria global- para la proyección de sus artistas en el extranjero. “La postergación de las residencias debido a la pandemia implicó que ambas instituciones establecieran una comunicación regular y fluida con los socios y artistas, a fin de mantener la motivación y el compromiso de cada uno”, según cuenta Victoria Larrain, agregada cultural del Instituto Francés de Chile.
“Incluso con la llegada de la pandemia, tenemos en marcha la primera edición de Resonancias, y ya se programa una segunda edición, aun cuando no están a la vista los resultados. Esto es una muy buena señal de aprobación y de la importancia de continuar con este tipo de colaboraciones por parte de las representaciones culturales”, agrega Christoph Bertrams.
Escuchar como gesto de receptividad y atención
La primera residencia de Resonancias tuvo lugar entre el 5 de marzo y se extendió hasta el 2 de abril en B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro, una instancia de investigación y creación artística con sede en Valparaíso centrada en la búsqueda de relaciones entre arte, sonido, territorio y comunidad, con el objetivo de generar obras-procesos flexibles que se retroalimentan con las lógicas de la ciudad.
La aproximación de Tsonami a las residencias artísticas se basa en la creación honesta, abierta a cambios y fracasos sustentados en metodologías abiertas y desprejuiciadas, a partir de diversas formas de interacción: humanas, geográficas, desde la observación, la acción y/o el registro.
Si bien hoy más que nunca, en plena pandemia, lo impredecible ha sido parte de iniciativas como B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro, para su encargado de residencias y asistente de dirección, Pablo Saavedra, los procesos están por encima de los resultados.
“Una gran parte de este proceso son las relaciones humanas que conlleva el trabajo, y si podemos garantizar o poner a disposición nuestras herramientas para que eso suceda, para que esas relaciones se den, no necesitamos grandes resultados”.
En el marco de Resonancias, B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro recibió a Jimena Royo-Letelier (chileno-española, reside en París, Francia) y Jasmina Al-Qaisi (rumana, reside en Halle, Alemania), con su proyecto Líneas de fuga, una investigación sonora y relacional sobre la realidad de personas privadas de libertad, y que se despliega a través de talleres, un programa de radio y acciones en el espacio público.
Hay un punto en el mapa donde se cruzan las ideas y donde el desierto cobija tu peregrinaje de creación
Chile como una estrecha franja entre el Pacífico y Los Andes, con aridez extrema al norte y abundante humedad al sur. En su polaridad norteña, el Desierto de Atacama es rico en minerales. El producto de su desenfrenada extracción es el combustible de la economía no solo regional, sino nacional desde hace siglos.
Esta es solo una de las muchas características con las que se enfrentarán lo/as participantes de la residencia en esta región del país, base de operaciones del Festival de Arte Contemporáneo SACO, que a partir del 2021 se convierte en Bienal.
En sus espacios en Antofagasta funciona ISLA, residencia de investigación y creación por la que han pasado decenas de artistas, curadores y gestores internacionales. Desde allí, los artistas Michael Hirschbichler y Guillaume Othenin-Girard, guiados por la directora de SACO, Dagmara Wyskiel, y su equipo, recorrerán el desierto más árido del planeta, se vincularán con sus habitantes, y conocerán la historia y el actual estado del panorama geológico nacional a través de una alianza con la Escuela de Geología de la Universidad Católica del Norte (UCN), una de las más importantes del país.
“En esta residencia, así como en todos los proyectos de SACO, creemos en derrumbar el aislamiento de las áreas del saber para, coherentemente, con el mundo contemporáneo, ir cruzando la creatividad conceptual con la astronomía, la profundidad de la imagen con la arqueología y, por qué no, las reflexiones existenciales con la minería”, señala Dagmara Wyskiel.
El trabajo de SACO con Michael Hirschbichler y Guillaume Othenin-Girard ya comenzó: los artistas se han contactado vía online con Guillermo Chong, Premio Nacional de Ciencia y catedrático de la Escuela de Geología de la UCN, han realizado viajes virtuales de acercamiento al desierto, y han recibido material académico sobre temáticas de su interés.
La residencia presencial de ambos artistas se realizará entre el 15 de julio y el 12 agosto de 2021, y se espera que los resultados se expongan a fines de año en la Bienal 1.0 SACO, titulada Aluvión.
Los meteoritos son el cielo que desciende a la tierra
SACO, en alianza con NAVE, recibirán entre el 29 junio y el 24 julio a Rafi Martin y Julika Mayer, antropólogo/as-marionetistas con práctica enfocada en artes y ciencias. Ambes se conocieron en la HMDK (Hochschule für Musik und Darstellende Kunst) en Stuttgart (Alemania), y desde entonces han compartido diferentes procesos creativos en artes escénicas.
Su proyecto, Caídas del cielo. Materia, espacio y territorio en Atacama: entrar en resonancia con el desierto, vincula danza, marionetas y antropología -o la proyección relacional entre el cuerpo y la caída de meteoritos-, a través de una puesta en escena que involucra la manipulación de títeres.
NAVE y SACO, si bien ya tienen un historial de colaboraciones que data del 2018, es la primera vez que gracias a este programa pueden concretar una nueva metodología de trabajo colaborativo donde ambos espacios centran su atención en el acompañamiento de la dupla. En este caso Julika y Rafi, no solo estarán en ambos espacios, sino que durante todo el proceso los equipos de SACO y NAVE estarán acompañando a los artistas en terreno.
Soñando con lo que no existe, alimentamos nuestro entendimiento de lo real
Desde su sede en Santiago, NAVE apoya procesos de investigación y creación vinculados a las áreas de la danza, performance, teatro, música y todas las artes con el fin de reflexionar en torno al quehacer del cuerpo y explorar nuevos lenguajes transdiciplinarios.
El espacio prioriza las residencias y los procesos creativos, así como instancias de apertura a la comunidad a través de laboratorios de retroalimentación y de transmisión de conocimientos, lo que lo convierte en un socio idóneo para el proyecto Futuro – Ficción, de las artistas francesas Cécile Baily (reside en Berlín) y Emma Tricard (reside en Marsella).
“Cecile y Emma nos invitan a pensar sobre el futuro, justamente en momentos de distopía, y cuando la vida se vuelve ciencia ficción por medio de las pantallas, abordando conceptos en torno a la comunidad a partir del videojuego”, dice María José Cifuentes, directora ejecutiva y artística de NAVE.
Nadie podrá desalojarme / De esta casa / Juntos morderemos el polvo / Cuando llegue el momento de la demolición
Desde hace 10 años, el Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso (FIFV) convoca a autores internacionales a participar en procesos creativos y colaborativos para producir obra en la llamada ‘ciudad-puerto’ de Chile. A través de sus diversos programas, ha ido construyendo una mirada crítica y reflexiva en torno a la identidad de la comunidad local y sus huéspedes.
Trabajando a escala humana desde su espacio de residencias, la Casa Espacio Buenos Aires 824, recibe cada año a artistas extranjeros que trabajan en disciplinas como la imagen en movimiento, el sonido, el rescate de archivo, el traspaso de relatos o la escritura, con una apertura a la experimentación y la investigación in situ.
Como socio de Resonancias, el FIFV acogerá entre el 14 mayo y el 11 junio a los artistas Marie Bovo (reside en Marsella) y Piotr Zamojski (vive en Düsseldorf) con Casa Propia, una investigación donde se pondrán en relación los paisajes exteriores y reales con los paisajes interiores y más íntimos de las ciudades portuarias. Su propuesta tendrá como soportes la fotografía y el video, y como metodologías la recuperación de la riqueza y del tiempo arqueológico de los espacios abandonados, así como la escritura colectiva de cartas con la comunidad local.
“Resonancias es tanto una oportunidad para estos artistas de revelar elementos de entendimiento de lo que nos está pasando en Chile como país, como una oportunidad para nosotros como organización y como ciudad a través de esa mirada. Ese es el espíritu que define el concepto de las residencias artísticas”, concluye Rodrigo Gómez Rovira, director del FIFV.
Cooperación entre espacios
Resonancias es un proyecto singular al intercomunicar y potenciar los programas de residencias artísticas más experimentados y de proyección internacional en el Chile de hoy. Aun cuando -como señala Christoph Bertrams- los resultados de su primera edición están por verse, se puede afirmar desde ya que las conexiones establecidas entre organizadores y espacios, aun en medio de una crisis sanitaria global, están dando sus frutos.
Colaboraciones que madurarán con el tiempo, en la próxima cita de Resonancias 2021, y también de forma paralela, fuera de este programa de residencias, en virtud de la confluencia de intereses que ya se ha manifestado en conversaciones virtuales entre los socios en el transcurso de estos tiempos inciertos, donde la solidaridad, la correlación y las complicidades son más necesarias que nunca.
SACO, que cuenta con una sólida experiencia en colaboraciones internacionales a través de sus residencias artísticas desde el norte de Chile, destaca que Resonancias “ha sido pionero en el país tanto por el carácter multidisciplinario de sus socios, como por el profesionalismo y alcance internacional de la convocatoria y la difusión del proyecto”.
SACO y NAVE, en tanto, vienen cooperando programáticamente desde 2018, pero ahora es la primera vez, a través de Resonancias, que concretan una nueva metodología de trabajo colaborativo, donde ambos espacios centran su atención en el acompañamiento de los artistas en terreno.
“Hoy en Chile las residencias, y sobre todo los espacios y festivales que se dedican a ellas, no cuentan con apoyos del Estado, a pesar del rol fundamental que cumplimos dentro de la creación. Alianzas como estas permiten visibilizar nuestra labor, y esperamos que a futuro el Ministerio de las Culturas de Chile asuma que la residencia no es solo un programa o pasantía, sino una nueva manera de entender la producción artística”, afirma María José Cifuentes, directora de NAVE.
Pablo Saavedra, de B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro, agrega: “Es interesante la sola posibilidad de generar programas transterritoriales. Varios de los proyectos socios hemos colaborado y hecho cruces programáticos en el pasado, pero es la primera vez que estamos todos bajo el mismo contexto. En este sentido, creemos que es un programa que abre posibilidades, que genera la atmósfera necesaria para proyectos futuros, pero sobre todo que posibilita la investigación territorial poniendo sobre una mesa común problemáticas y maneras de ver desde distintos territorios”.
El FIFV y B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro, por su cercanía geográfica, han colaborado en proyectos donde la fotografía y el sonido operan como “interruptores para nuevas imágenes mentales”, según Rodrigo Gómez Rovira. “Pero no fue hasta este programa que pudimos encontrarnos de frente y recorrer juntos, lo que es un hito para nosotros”.
“En el mundo actual nos hemos ido dando cuenta de que todo es un sistema, al igual que un cuerpo humano. Esa mirada sistémica contemporánea abre estas nuevas puertas, que nos permiten colaborar entre disciplinas, territorios y miradas diversas, y eso es fantástico. Este programa, como ha ido en esa dirección, ha forzado a que entremos en esa nueva dinámica”, puntualiza.
*Texto reeditado
Photo © Corporación Cultural SACO
Par Alejandra Villasmil*
Depuis l’étranger, le Chili apparait comme étant un pays long et étroit, circonscrit par les frontières du Pacifique et de la Cordillère des Andes, une situation géographique privilégiée qui offre à ses habitants des paysages exubérants et contrastants, dans lesquels se cachent des trésors naturels convoités par les politiques d’extractivisme. Un pays qui possède aussi une richesse culturelle, ancestrale et contemporaine, qui reste encore à explorer et à valoriser.
C’est dans ce contexte que se déroule Resonancias, un programme de résidences artistiques qui s’étend du Nord au centre du pays, proposé par le Goethe-Institut Chili et l’Institut français du Chili. Cinq duos composés chacun d’un/e artiste d’Allemagne et d’un/e artiste de France, développeront cette année des recherches de terrain, axées sur des problématiques socio-politiques, écologiques et culturelles locales.
Après des retards dus à la pandémie mondiale, Resonancias a débuté en mars avec l’arrivée sur le territoire chilien du premier duo d’artistes. Ce duo a été sélectionné à l’issue d’un appel à projets lancé en 2020 et qui a reçu plus de 50 dossiers.
Les dix artistes du projet Resonancias travailleront sur des questions liées au territoire – entendu comme un écosystème naturel et culturel, espace de lutte sociale et de conflits géopolitiques -, aux relations entre art et sciences, environnement et artivisme, justice et participation citoyenne et communautaire.
Les binômes effectueront des résidences d’un mois dans les quatre espaces participant à cette alliance. Ces derniers ont été sélectionnés selon les profils et lignes artistiques de chacun : ISLA/SACO, à Antofagasta ; NAVE, à Santiago, Festival International de Photographie de Valparaiso (FIFV) ; et B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro, à Valparaiso.
Il s’agit d’« espaces hautement qualifiés, avec une grande expérience en termes de résidences artistiques au Chili, opérant depuis différentes régions », explique le directeur du Goethe-Institut Chili, Christoph Bertrams.
Parmi les projets sélectionnés figurent Jour et Nuit de Michael Hirschbichler et Guillaume Othenin-Girard, qui travailleront à ISLA/SACO ; Futur – Fiction, de Cécile Bally et Emma Tricard, à NAVE ; Lignes de fugue, de Jimena Royo-Letelier et Jasmina Al-Qaisi, à B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro; Maison à soi, de Marie Bovo et Piotr Zamojski, au FIFV ; et Chutes du ciel. Matière, espace et territoire à Atacama : entrer en résonance avec le désert, de Rafi Martin et Julika Mayer, à ISLA/SACO, en collaboration avec NAVE.
Côtoyer la différence pour comprendre notre propre identité
Les projets artistiques de Resonancias se distinguent par leur approche interdisciplinaire, associant les arts de la scène, les arts et nouveaux médias, arts visuels, sonores et audiovisuels, à d’autres domaines de la connaissance, comme l’astronomie, l’ethnographie, la géologie, l’archéologie, l’anthropologie, et même le tourisme. L’objectif étant de former une communauté d’experts et d’agents locaux.
“Resonancias cherche à effacer les frontières et à renforcer l’interdisciplinarité, ce qui a toujours été notre objectif, car la pratique de la photographie, par défaut, est très individuelle », dit Rodrigo Gómez Rovira, directeur du FIFV. « C’est un exercice extrêmement nécessaire et contemporain, un défi qui n’est pas seulement artistique, mais qui s’inscrit dans une dynamique systémique, articulée par les mouvements migratoires, les changements sociaux importants et la réflexion sur sa propre identité ».
Après la révolte sociale d’octobre 2019, les organisateurs de Resonancias ont souligné la nécessité d’aborder les questions sociopolitiques des régions du Chili, en établissant pour cela des relations empathiques, grâce à un travail de terrain immersif avec différentes communautés, qu’elles soient artistiques, scientifiques, académiques ou sociales.
« Depuis la pratique artistique, Resonancias cherche à apporter de la visibilité et de la compréhension globale aux phénomènes sociaux et politiques nés de la révolte sociale d’octobre au Chili. L’intention est de faire « résonner » les travaux et recherches des duos d’artistes avec les problématiques actuelles du pays. La pandémie a surgi pendant l’appel à projets, nous avons été amené à intégrer également ce nouveau contexte mondial », explique María José Cifuentes, directrice de NAVE.
En tant qu’hôtes, les espaces partenaires fourniront aux résidents un logement et un lieu de travail pour le développement de leurs recherches, en plus de favoriser leur mise en relation avec la scène artistique et les communautés locales, et de soutenir la réalisation d’activités en lien avec la résidence.
« L’un des aspects les plus importants de ces résidences est la collaboration, au-delà du Goethe-Institut Chili et l’Institut français du Chili entre les espaces partenaires. Ce sont eux qui introduisent ces duos d’artistes au Chili, non seulement d’un point de vue culturel mais aussi sociologique. C’est pourquoi, les partenaires constituent presque l’élément le plus important », déclare Christoph Bertrams.
Le Goethe-Institut Chili a déjà une bonne expérience en matière de résidences artistiques au Chili. En 2020, il en a accompagné sept dans le cadre du Programme de Recherche Artistique Magallanes, coordonné par le Département d’extension de l’Université de Magallanes à Punta Arenas, au sud du pays.
Par ailleurs, l’Institut français du Chili et le Goethe-Institut Chili partagent une longue histoire d’accords culturels, parmi lesquels quatre ont bénéficié du soutien du Fonds culturel franco-allemand, pour la réalisation du programme Migr’Artes (2017-2018) et désormais, Resonancias.
La coopération entre les deux pays s’est également concrétisée au travers d’autres projets, tels que le Festival de Jazz ChilEuopa, la Rencontre de Dramaturgie Européenne Contemporaine (EDEC), ou le Festival de Ciné Europeo.
Resonancias poursuit cette synergie entre l’Allemagne et la France -malgré la crise sanitaire mondiale- pour la diffusion de leurs artistes à l’étranger. « Le report des résidences en raison de la pandémie a amené les deux institutions à établir une communication régulière et fluide avec les partenaires et les artistes, afin de maintenir la motivation et l’engagement de chacun », explique Victoria Larrain, attachée culturelle de l’Institut français du Chili.
« Même avec la pandémie, la première édition de Resonancias est en cours, et la seconde est déjà prévue, même si les résultats ne sont pas encore connus. C’est un très bon signe qui révèle l’adhésion au projet et l’importance de poursuivre ce type de collaboration entre les différentes représentations culturelles », ajoute Christoph Bertrams.
L’écoute comme geste de réceptivité et d’attention
La première résidence de Resonancias s’est déroulée entre le 5 mars et le 2 avril à B.A.S.E. Tsonami, un espace de recherche et de création artistique situé à Valparaiso. S’intéressant à la relation entre art, son, territoire et communauté, l’espace B.A.S.E invite les artistes à concevoir des œuvres-processus flexibles qui s’autorégulent avec les logiques de la ville.
L’approche de Tsonami en matière de Résidences artistiques se fonde sur une création honnête, ouverte aux changements et aux échecs, s’inspirant de méthodologies ouvertes et sans préjugés, à partir de diverses formes d’interaction : humaines, géographiques, depuis l’observation, l’action et/ou la captation.
« Bien qu’aujourd’hui et plus que jamais, en pleine pandémie, l’imprévisibilité fasse partie des initiatives de B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro, les processus restent plus importants que les résultats », explique Pablo Saavedra, chargé des résidences et assistant de direction.
« Une grande partie de ces processus est composée de relations humaines qui se tissent pendant le travail, et si nous pouvons garantir ou mettre à disposition nos outils pour que cela se produise, pour que ces relations se nouent, nous n’avons pas besoin de grands résultats ».
Dans le cadre de Resonancias, B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro a reçu Jimena Royo-Letelier (chilienne-espagnole vivant à Paris) et Jasmina Al-Qaisi (roumaine, résidant à Halle) avec le projet Lignes de fuite, une recherche sonore et relationnelle sur la réalité des personnes privées de liberté. Cette recherche se réalise au travers d’ateliers, une émission de radio et des actions dans l’espace public.
Il y a un point sur la carte où se croisent les idées et où le désert abrite ton pèlerinage créatif
Le Chili est une bande étroite entre le Pacifique et les Andes, d’une aridité extrême au Nord et d’une humidité abondante au Sud. Dans sa polarité Nord, le Désert d’Atacama est riche en minéraux. Le produit de son extraction effrénée a alimenté l’économie non seulement régionale, mais aussi l’économie nationale pendant des siècles.
Ce n’est là qu’une des nombreuses caractéristiques auxquelles seront confrontés les participants de la résidence dans cette région du pays, centre d’opérations du Festival d’Art Contemporain SACO, qui devient cette année une biennale.
À Antofagasta, ISLA est un espace de résidences de recherche et de création par lequel sont déjà passés des dizaines d’artistes, conservateurs et acteurs internationaux. C’est à partir de là que, les artistes Michael Hirschbichler et Guillaume Othenin-Girard, guidés par la directrice de SACO, Dagmara Wyskiel, et son équipe, parcourront le désert le plus aride de la planète, créeront des liens avec ses habitants, et découvriront l’histoire et l’état actuel du panorama géologique national, grâce à une alliance avec l’Ecole de Géologie de l’Université Catholique du Nord (UCN), l’une des plus importantes du pays.
« Dans cette résidence, comme dans tous les projets de SACO, nous croyons qu’il faut rompre l’isolement des domaines de la connaissance, pour être en cohérence avec le monde contemporain, croiser la créativité conceptuelle avec l’astronomie, la profondeur de l’image avec l’archéologie et, pourquoi pas, les réflexions existentielles avec l’exploitation minière », explique Dagmara Wyskiel.
Le travail de SACO avec Michael Hirschbichler et Guillaume Othenin-Girard a déjà commencé. Les artistes ont rencontré en ligne Guillermo Chong, lauréat du Prix national des sciences et professeur à l’Ecole de Géologie de la UCN, ils ont effectué des voyages virtuels dans le désert et ont reçu du matériel universitaire sur des sujets de leur intérêt.
La résidence présentielle des artistes se réalisera entre le 15 juillet et le 12 août 2021, et les résultats devraient être exposés en fin d’année lors de la Biennale 1.0 SACO, intitulée Déluge.
Les météorites sont le ciel qui descend sur la terre
SACO, en collaboration avec NAVE, accueillera du 29 juin au 24 juillet 2021, Rafi Martin et Julika Mayer, anthropologues et marionnettistes, dont la pratique est axée sur les arts et les sciences. Les artistes se sont connus à l’Université de Musique et des Arts du spectacle de Stuttgart (HMDK) et partagent depuis, leur propre processus de création.
Leur projet, Chutes du Ciel. Matière, espace et territoire à Atacama : entrer en résonance avec le désert, relie la danse, les marionnettes et l’anthropologie -ou la projection relationnelle entre le corps et la chute de météorites-, à travers une mise en scène qui implique la manipulation de marionnettes.
Même si NAVE et SACO ont déjà une histoire commune de collaborations depuis 2018, pour la première fois, ils concrétisent une nouvelle méthodologie de travail collaboratif dans l’accompagnement du duo. Julika et Rafi, se rendront non seulement dans chaque espace, mais les équipes de SACO et NAVE accompagneront les artistes sur le terrain, et ce, tout au long du processus.
En rêvant de ce qui n’existe pas, nous alimentons notre compréhension du réel
De Santiago, NAVE soutient les processus de recherche et de création liés aux domaines de la danse, de la performance, du théâtre, de la musique et de tous les arts qui mènent une réflexion autour du corps et qui explorent de nouveaux langages transdisciplinaires. .
NAVE donne la priorité aux résidences et aux processus créatifs, et au lien avec la communauté par des ateliers et des laboratoires de transmission de connaissances. C’est donc un partenaire idéal pour le projet Futur – Fiction, des artistes françaises Cécile Baily, basée à Berlin et Emma Tricard, à Marseille).
« Cécile et Emma nous invitent à penser le futur, précisément à une période dystopique, et quand la vie à travers les écrans devient science-fiction. A partir du jeu vidéo, elles abordent des concepts autour de la communauté », indique Maria José Cifuentes, directrice de NAVE.
Personne ne pourra me déloger/De cette maison/Ensemble nous mordrons la poussière/Quand viendra le temps de la démolition…
Depuis 10 ans, le Festival International de Photographie de Valparaiso (FIFV) invite des auteurs internationaux à participer à des processus créatifs et collaboratifs, pour produire une œuvre dans la « la ville-port » du Chili. A travers ses différents programmes, il pose un regard critique et réfléchi sur l’identité de la communauté locale et ses hôtes.
Travaillant à l’échelle humaine depuis son espace de résidence, la Casa Espacio Buenos Aires 824, accueille chaque année des artistes étrangers qui évoluent dans des disciplines comme l’image en mouvement, le son, la conservation d’archives, la narration ou l’écriture, avec une ouverture vers l’expérimentation et la recherche in situ.
En tant que partenaire de Resonancias, le FIFV accueillera du 14 mai au 11 juin les artistes Marie Bovo (qui réside à Marseille) et Piotr Zamojski (qui vit à Düsseldorf) avec le projet Maison à soi, une recherche où les paysages extérieurs et réels seront mis en relation avec les paysages intérieurs et plus intimes des villes portuaires. Ils utiliseront la photographie et la vidéo comme support, leur travail portera sur la récupération de la richesse et du temps archéologique de lieux abandonnés et mènera à l’écriture collective de lettres avec la communauté locale.
« Resonancias est à la fois l’occasion pour les artistes de proposer des clés de lecture de ce qui se passe au Chili, et une opportunité pour nous, en tant qu’organisation et ville, de découvrir ce regard. Voilà l’esprit qui anime les résidences d’artistes », conclut Rodrigo Gómez Rovira, directeur du FIFV.
Coopération entre les espaces
Resonancias est un projet singulier puisqu’il rassemble et améliore les programmes de résidences à dimension internationale actuellement disponibles au Chili. Même si – comme le souligne Christoph Bertrams -, les résultats de sa première édition sont encore à venir, on peut d’ores et déjà affirmer que les liens établis entre organisateurs et espaces, même en pleine crise sanitaire mondiale, portent leurs fruits.
Ces collaborations s’enrichiront avec le prochain rendez-vous Resonancias 2021, mais aussi bien au-delà de ce programme de résidences, grâce à la confluence d’intérêts qui s’est déjà manifestée lors de rencontres entre les partenaires, en ces temps incertains, où la solidarité, la corrélation et les complicités sont plus nécessaires que jamais.
SACO, qui possède une solide expérience en matière de collaborations internationales grâce à ses résidences d’artistes au Nord du Chili, souligne que Resonancias « est pionnier dans le pays tant pour le caractère multidisciplinaire de ses partenaires que pour le professionnalisme et la portée internationale de l’appel et de la diffusion des projets ».
SACO et NAVE, quant à eux, coopèrent dans le cadre de leur programmation depuis 2018, mais c’est la première fois, grâce à Resonancias, qu’ils concrétisent une nouvelle méthodologie de travail collaboratif, où les deux espaces se focalisent sur l’accompagnement des artistes sur le terrain.
« Aujourd’hui au Chili, les résidences, et surtout les espaces et festivals qui leurs sont dédiés, ne reçoivent pas de soutien de l’Etat, malgré le rôle fondamental que nous jouons dans la création. Des alliances comme celles-ci nous permettent de rendre visible notre travail, et nous espérons qu’à l’avenir, le Ministère des Cultures du Chili considèrera que la résidence n’est pas seulement un programme ou un stage, mais une nouvelle façon de comprendre la production artistique », affirme María José Cifuentes, directrice de NAVE.
Pablo Saavedra de B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro, ajoute que « La simple possibilité de générer des programmes transterritoriaux est intéressante. Plusieurs projets associés ont collaboré et effectué des croisements de programmation par le passé, mais c’est la première fois que nous sommes tous réunis dans ce même contexte. En ce sens, nous pensons qu’il s’agit d’un programme qui ouvre des possibilités, qui génère l’atmosphère nécessaire pour des projets futurs, mais qu’il rend possible la recherche territoriale en mettant sur une table commune des problématiques et des manières de voir depuis différents territoires ».
Le FIFV et B.A.S.E./Tsonami Arte Sonoro, en raison de leur proximité géographique, ont collaboré sur des projets où la photographie et le son fonctionnent comme des « interrupteurs pour des nouvelles images mentales », selon Rodrigo Gómez Rovira. « Mais ce n’est que grâce à ce programme que nous avons pu nous rencontrer face à face et avancer ensemble, ce qui est une étape très importante pour nous ».
“Dans le monde d’aujourd’hui, nous avons pris conscience que tout est un système, tout comme le corps humain. Ce regard systémique contemporain ouvre ces nouvelles portes, qui nous permettent de collaborer entre disciplines, territoire et différents regards, et ça c’est fantastique. Ce programme, en allant dans cette direction, nous a obligés à entrer dans cette nouvelle dynamique », conclut-t-il.
*Texte réédité