La relación de las mujeres y de la guerra en Bonheur d’occasion (Felicidad ocasional) de Gabrielle Roy, es de primera importancia para apreciar el sentido fundamental de la obra. Representa incluso una gran parte en la justificación del titulo. La segunda guerra mundial constituye un telón de fondo constante de la novela. La guerra está desde luego lejos del Québec, pero las fases del conflicto y su estensión suscitan discusiones apasionadas, empeños convencidos o forzados, escapatorias egoistas y lucrativas. Pero, respeto a esos problemas internacionales, las mujeres se comprometen poco; en el Québec de los años cuarenta, parece usual que la mujer sea incapaz de toda reflexión política y tenga que limitarse a las preocupaciones individuales o familiares. Cuando, a pesar de todo, se encuentran las dos protagonistas de la obra confrontadas a los signos y estragos de la guerra, reaccionan de una manera antagonista, Florentine con una apenas perturbada futilidad, Rose-Anna, su madre, con espanto y compasión. Sin embargo ambas van a aprovechar los tormentos de la época. El alistamiento de sus esposos y su salida hacia Europa contituyen para ellas, de buen o de mal grado, una oportunidad; les permite experimentar una seguridad y un desahogo, que nunca habian tenido. Pero solo pueden gozar, a pesar de un sentimiento de satisfacción mas o menos reprimido, de una felicidad alterada, una en el desencanto de su juventud, y el endurecimiento de sa corazón, la otra en el desconcierto de su ternura herida. «La salvación en la guerra» solo puede ser una amarga paradoja.
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